Alex de la Iglesia se desmarca de la Ley "Sindescargas"

La ministra "Sindescargas" se salió con la suya, aunque no tuvo ni la decencia de ir al Parlamento a debatir su Ley. Eso es algo que nunca entenderé, les pagamos a los políticos miles de euros (sueldazos) por ir a darle a un botón (votaciones de la cámara) y muchos de ellos ni siquier va, se duermen o van tarde. Si hacemos eso en nuestros puestos de trabajo estaríamos en la calle. Claro que a ellos les supone mucho esfuerzo su "trabajo".

Después de este inciso quiero dar la enhorabuena a Alex de la Iglesia por tener un gesto de honradez y dimitir por no estar de acuerdo con el rumbo que estaba tomando la "Academia del Cine" (en mi opinión totalmente politizada). En un país en el que no dimite nadie, le honra. Le honra además que defienda la libertad de expresión, a los internautas y a internet, que es lo que defendemos desde aquí, que no se limite el acceso a la cultura y sobre todo que no haya censura.

Todavía recuerdo "Acción mutante" (película de culto friki) o "El día de la bestia" una gran película que marcó un antes y un después en el cine español,  con una apuesta arriesgada siendo una película de acción y calidad desmarcándose de estilos almodobarianos, o peor aún,  guiones de González-Sinde.

Además nos descubrió a Santiago Segura, que pronto hará "Torrente 17", siendo un benefactor para el frikismo dando trabajo a tantos y tantos frikis. Espectacular la actuación de "Cañita Brava" en Torrente I.

Tweet de Alex de la Iglesia:

Al parecer no todo el mundo ha entendido las razones por las que dimito.
Creía que estaban claras en mi carta y mis declaraciones en twitter.
Las expongo aquí.

Comencé un diálogo con las partes afectadas. Busqué puntos en común y los encontré. Busqué propuestas y seme ofrecieron, y los hice llegar al gobierno y a la oposición, como era mi deber. El resultado de esos acercamientos me hizo cambiar de opinión acerca de la ley, y la redacción final del texto no me resultó satisfactoria, y así lo expresé. Sin embargo, considero que yo no puedo imponer mi forma de ver las cosas al resto de los compañeros de la profesión, y pido disculpas por ello. Hay gente en la academia y en el sector cinematográfico que está de acuerdo conmigo, y otros, obviamente, no. Como presidente debería mantenerme al margen de valoraciones personales sobre temas tan graves como éste, y no he sabido, o no he podido hacerlo a la hora de responder con sinceridad a las preguntas que se me hacen, por lo que creo que lo más honesto es dimitir.

A partir de ahora hablaré como director de cine, y será mejor para todos.

Sin embargo no quiero abandonar el trabajo comenzado, y dar la impresión de dejar el puesto sin hacerme responsable de ello.
Por eso no quería hacerlo antes de la gala del aniversario donde he puesto un gran esfuerzo y dedicación.
Mañana me reúno con la junta directiva de la academia para valorar la situación.